Aún con precios inferiores a los de la pre pandemia, la demanda sigue sostenida en el gigante asiático.
El 75% de las exportaciones de carne vacuna argentina actualmente van hacia China que, más allá de los vaivenes de precios, no para de demandar proteínas a medida que cambian los hábitos alimenticios de la población.
Hace quince años casi ningún exportador argentino pensaba en Oriente y mucho menos en la República Popular China. Los primeros pasos en ese mercado los dio el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna en 2005 y, con mucha más presencia, a partir de 2009.
En 2012 se logró la apertura sanitaria del mercado y entre 2013 y 2015 las exportaciones crecieron lentamente pero en forma sostenida.
En 2016, impulsado por las acciones promocionales del IPCVA –que continúan en la actualidad- y una demanda creciente por el progreso de la economía local, el mercado chino literalmente explotó y desde entonces no para de crecer.
La Argentina, en muy pocos años, se convirtió en uno de los principales proveedores mundiales de un mercado que permite que todos los “jugadores” importantes del sector hagan buenos negocios.