El Gobierno anunció la eliminación de las retenciones para todos los granos hasta el 31 de octubre, en lo que constituye una de las medidas más audaces de la gestión Milei para tentar al campo y obtener dólares frescos en el cortísimo plazo. La decisión fue confirmada por el ministro de Economía y busca acelerar la liquidación de la cosecha retenida en silobolsas y silos, que podría aportar varios miles de millones de dólares al Banco Central.
«La vieja política busca generar incertidumbre para boicotear el programa de gobierno. Al hacerlo castigan a los argentinos: no lo vamos a permitir. Por eso, y con el objetivo de generar mayor oferta de dólares durante este período, hasta el 31 de octubre habrá retenciones cero para todos los granos», indicó el vocero presidencial en su cuenta de «X».
Objetivo: dólares ya, aunque duela
La medida llega en medio de la presión sobre las reservas, el dólar en tensión y la incertidumbre financiera. El Gobierno apuesta a que los exportadores se vean incentivados a vender rápido antes de noviembre, mes en el que volverían a aplicarse las retenciones. El cálculo oficial es claro: más oferta de dólares para calmar al mercado y evitar un salto brusco del tipo de cambio.
Reacción del campo y dudas fiscales
En el sector agropecuario la medida fue recibida con entusiasmo, aunque con cautela: muchos productores señalan que el plazo es corto y que persisten dudas sobre la estabilidad del esquema. Las entidades rurales destacan que, aunque transitoria, es la primera vez que se eliminan las retenciones de manera generalizada en todos los granos, sin distinción de cultivos.
Pero la otra cara del anuncio es la fiscal. La quita temporal de retenciones implica resignar ingresos tributarios claves en momentos en que la administración Milei busca sostener el equilibrio fiscal y enviar señales de disciplina a los mercados y organismos internacionales. Analistas advierten que, si bien puede generar alivio cambiario, podría desfinanciar aún más al Tesoro.