En un año signado por la Pandemia quedó claro que el sector agroindustrial “puso el pecho” una vez más. Las cadenas productivas, siempre consideradas esenciales, mostraron toda su fortaleza en tiempos donde el mundo y el país debieron acudir inexorablemente a un “parate” que generó consecuencias nefastas en varios aspectos. El presidente de MAIZAR, Alberto Morelli, dialogó con Nuestro Agro sobre lo que dejó el 2020 y anticipó los desafíos que tendrán todos los sectores productivos.
“Ha sido un año particular, cruzado por esta terrible pandemia, pero creo que se ha podido responder con mucho trabajo y responsabilidad, a partir del cumplimiento estricto de todos los protocolos. El sector agroindustrial pudo cumplir con todos sus compromisos, tanto internos como externos, representando el 80% de ingreso de divisas que tuvo Argentina y eso marca la importancia que tiene en la economía”, reflexionó. Y agregó: “deseando que todo esto termine de una vez por todas, viendo la experiencia que actualmente hay en el Hemisferio Norte, parece que el año próximo también será difícil, pero esperamos seguir trabajando mientras aguardamos políticas para el sector”.
En ese sentido, y teniendo en cuenta que la entidad que preside integra el Consejo Agroindustrial Argentino, Morelli remarcó que uno de los grandes problemas radica en la presión impositiva que afrontan todas las cadenas. “Tenemos reuniones con funcionarios nacionales para lograr consensos y acordar mejoras en la situación impositiva pero sin afectar la recaudación fiscal, un gran inconveniente que tiene el Gobierno con el desbalance que hay del gasto público”, expresó.
Con un esquema impositivo que perjudica al sector agroindustrial y no satisface las necesidades del oficialismo, para el empresario “habría que probar con otra estrategia”. Al respecto, señaló: “aquellos que tienen la responsabilidad de recaudar miran solo la foto y desde el sector agroindustrial mostramos la película de lo que podría pasar si toman distintas medidas”. Y explicó: “eso significa que nosotros estamos acostumbrados a pensar en términos de ciclos biológicos y la decisión que tomo hoy probablemente no la tendré 100% efectiva a los seis meses, pero seguro que al año siguiente se va a manifestar; este aspecto es el que genera mayor dificultad cuando explicamos las bondades de lo que estamos proponiendo”.
Cabe destacar que los principales beneficios contemplan un aumento de la producción, que también permitirá un incremento de las exportaciones, y la generación de miles de puestos de trabajo.
“Las retenciones no se van a tocar”
El tema retenciones siempre está en la agenda cuando el contexto se presenta complicado. Sin embargo, Morelli fue contundente: “en ningún momento escuchamos que se fueran a tocar, lo sostiene el ministro Basterra y no tengo por qué desconfiar de su palabra”, indicó. El temor y la preocupación encuentran fundamentos en medidas oficiales del pasado, tomadas a partir de la necesidad de dinero para afrontar los compromisos fiscales y las políticas asistencialistas. “Ojalá fueran modificadas y reducidas porque sería muy importante para los pequeños productores y para todos en general., fundamentalmente para aquellos que están lejos de los puertos”, concluyó.
Al analizar el mercado global del maíz, reconoció que se registraron variables extraordinarias porque, a raíz de la pandemia, el precio cayó fuertemente por la desaceleración del consumo de etanol en Estados Unidos, donde finalmente no hubo récord ni siembra histórica y tampoco los stocks no fueron los esperados. Sin embargo, la aparición de China y la posibilidad de incrementar los volúmenes de compra, sumado a la sequía que afrontó el Hemisferio Norte y ahora atraviesa el Sur, sostienen los precios.
“Actualmente hay muy buen precio internacional y cuando sube se registrauna puja por el maíz porque se adelantaron ventas y hubo muchas personas que no se fue posicionando ya que en un momento el maíz no valía nada”, explicó. El escenario perjudica notablemente a los productores lecheros y cárnicos, que utilizan el cereal para destinarlo al consumo animal. Por eso Morelli recomendó: “toma mucha fuerza la posibilidad de entrar en los mercados de futuros porque quienesdeben transformar e ir comprando maíz, pueden trabajar para tratar de equilibrar un precio y el abastecimiento a lo largo del año”.
El sorgo, la estrella
Las condiciones climáticas y económicos para la presente campaña, dieron paso a un nuevo protagonista del ciclo agrícola: el sorgo. Por su rusticidad y adaptación a distintos terrenos, además del excelente precio que hay en el mercado internacional por la demanda china, el cultivo fue muy solicitado por los productores. “No hay semillas disponibles en el mercado para poder sembrar; suponemos que la superficie implantada será superior a las 850.000 hectáreas y algunos hasta se animan a estimar un millón de hectáreas”, anticipó Morelli. Y concluyó: “sin dudas puede ser un gran protagonista este año por las ventajas que tiene sobre el maíz en un contexto como el que atravesamos”.