La entidad destacó las medidas tomadas a mediados de marzo para prevenir la propagación de la Pandemia, pero consideró que la prologanción del aislamiento «deteriora profundamente la producción de riqueza».
La sociedad argentina toda observó con beneplácito las previsiones tomadas por el Poder Ejecutivo Nacional, con el apoyo de todos los Gobiernos Provinciales, frente a esta pandemia inédita en nuestra historia. La adopción temprana de medidas de prevención, en un escenario de muy escasos medios para combatir este flagelo, fue sin dudas un acierto que fue apoyado por toda la población y las fuerzas políticas y productivas del país.
Pero desde la Sociedad Rural de Santa Fe admiten que el escenario con el correr de los días fue cambiando. “La economía empezó a resentirse, la prolongación de la cuarentena impide o deteriora profundamente la producción de riqueza y con ello aumenta el desempleo, no hace posible el pago de sueldos, y las proyecciones de indicadores de pobreza son alarmantes”, describieron en un comunicado.
En paralelo a ello, sostuvieron desde la entidad, “los tres poderes del Estado, sin distinción de banderías políticas, empezaron a correr detrás de la realidad, con medidas tardías, créditos que no llegan, ayudas a empresarios pequeños, medianos y grandes que se diluyen en trámites burocráticos, y otras promesas que no se concretan”
Las únicas señales de reacción que se observan de parte del Estado “son los subsidios que ya estaban establecidos, sumados a otros que han ido apareciendo, a los sectores más necesitados de la población y aún allí, con toda la información disponible en sus manos, demostraron serias dificultades e ineficiencias”. El cortocircuito en el Mercosur fue otro de los puntos que ha criticado la Sociedad Rural: “decimos que parece que nos retiramos porque en este momento, igual que con los médicos cubanos y los presos liberados, nadie habla claro sobre qué está pasando con nuestro retiro o permanencia en el bloque”.
Por eso, exigieron a todo el arco político “que cumplan con su deber de dirigir los destinos de nuestra Patria y de las Provincias responsablemente; hagan que sus cargos, además de ser legalmente válidos, sean legítimos”.