«La soja de la región núcleo ya perdió el 30% de su potencial productivo» así lo destaca el último informe de la Guía Estratégica del Agro. La siembra largaba en la región en octubre del 2020 con un horizonte productivo de 17,7 Mt. Pese a ser la siembra más baja de los últimos 14 años, el alto nivel tecnológico aplicado al cultivo apuntalaba la posibilidad de alcanzar los 40 qq/ha en soja en la región, comentan los especialistas.
La estimación realizada esta semana da por el piso estos números. Con una siembra de 4,45 M de ha, el rinde estimado es de 29 qq/ha, rinde que coincide con el del ciclo 2017/18. Este ciclo junto al 2008/09 marcan los dos mayores desastres productivos de Argentina de los últimos 15 años. En este momento, se estiman que hay 2 M de ha en condiciones regulares y 670.000 ha en malas de las que ya se consideran perdidas 185.000 ha. Con estos guarismos, el número de producción es de 12,4 Mt, un 30% menos de lo que esperaba a la siembra. De esta manera será la producción más baja de los últimos 14 años.
Respecto a lo que se estimaba 3 semanas atrás, esto significa un recorte de 1,4 Mt. Lamentablemente, con el 55% de la soja de la región en condiciones regulares a malas, es muy probable que siga realizándose ajustes negativos. Llegaron las lluvias, pero no fueron para todos y la sequía alcanza al 70% de la región núcleo.
¿Cuál es la situación de la soja de primera en la región?
Se duplicaron los cuadros en condiciones malos y subieron los regulares pese a las lluvias: de un 7% pasó a un 15% el área de soja de primera mala y de 38% a 45% la regular en los últimos 7 días. Y como suele pasar en estas campañas, hay una enorme variabilidad de condiciones de soja de primera, sobre todo en el área del centro sur de Santa Fe. Hay zonas aisladas, como islas beneficiadas por un extra de milímetros en extensas zonas castigadas por la falta de agua. El Trébol y Carlos Pellegrini Cañada Rosquín están entre esos casos afortunados y podrían alcanzar los 40 qq/ha. A pocos kilómetros, la otra cara, Cañada Rosquín, hay mermas de rinde de un 40% por la mala condición del cultivo. En gran parte de los alrededores de Rosario, la altura del cultivo no supera los 40 centímetros, “si llueve puede recuperar algo de peso, pero la ganancia va a ser muy poca, otros podrían tener alguna reacción y mejorar el número de chauchas pero. Pero en muchos otros, nada”, advierten.
Estiman rindes de 17 a 25 qq/ha. Claro, lo dicen pensando en una lluvia de más de 50 mm que no se ha producido y las chances son ahora para el domingo. Hacia el sur provincial, como en Bigand, se observa caída de vainas y lotes con sectores de plantas totalmente secas. Aun con buenas lluvias, el aumento de rendimientos será muy bajo. Se espera un promedio de 20 qq/ha. En Rojas, en el noreste bonaerense, se requieren al menos de 30 a 40 mm para que no continúen las caídas de rendimiento. Allí, el 70% de los lotes está entre regular a malas condiciones. Hacia el este cordobés, la oleaginosa de primera logró recuperarse tras las últimas lluvias, pero presenta daños en el potencial. La contracara sigue siendo el noroeste bonaerense. En Gral. Pinto, el cultivo se encuentra en muy buenas condiciones y podría alcanzar 35 quintales de promedio, aunque el rinde fluctuaría entre 22 a 48 qq/ha.