El gobierno no flexibilizó las exportaciones de carne vacuna, el precio de la carne baja por la crisis económica y no por las restricciones a las ventas al extranjero y, decididamente, el clima electoral marca la agenda. Esa es la visión que tiene FIFRA, la entidad que agrupa a los frigoríficos regionales, presidida por Daniel Urcia.
“Solo hubo un anuncio de créditos para los titulares de hacienda en engorde a corral inscriptos en SENASA a tasas del 30% a través del Banco Nación con un subsidio del 5% por parte del Ministerio de Agricultura. Desde FIFRA lo solicitamos como una medida necesaria en marzo y lamentamos que, por cuestiones reglamentarias que complican su acceso, se deje afuera a la mayor parte de los posibles tomadores de esta línea de financiación”, señalaron.
Por otra parte, Urcia comentó en su editorial que los precios al consumidor “se confirmaron a la baja en todo el mes”. En ese sentido, recordó que en la primera quincena de julio había una diminución en los valores de medias reses de 4,5% y por ende en los cortes que se ofrecen al consumidor en torno al 2,7%, que se terminaron estabilizando en todo el mes lo que significó una disminución del 1%. “Esta situación ratifica lo que oportunamente dijimos, los precios de la carne están influenciados por la situación económica en general y por razones de oferta de hacienda terminada sin incidencia de la vaca que se exporta a China”, explicó el empresario.
La semana pasada se logró acordar con la Federación del Personal de la Industria de la Carne y sus Derivados la paritaria anual del CCT 56/75 con una recomposición anual del 45%. Al respecto, Urcia indicó: “pese al difícil momento que atraviesa el sector empresario con restricción de exportaciones, disminución de faena, competencia desleal por evasión sanitaria, fiscal y laboral, entre otras y la dura crisis económica que pega directamente a los trabajadores, las partes negociadoras supieron encontrar un justo equilibrio y lograr un acuerdo”.
Y, a modo de reflexión, concluyó: “mientras otros se ocupan de sus futuros cargos electorales (oficialismo y oposición) aquí los actores supieron racionalmente velar por el futuro de la actividad”.