Un grupo de científicos del área de Genómica y Bioinformática, presentaron una idea proyecto para estudiar el virus y sus posibles mutaciones en Santa Fe, para trazar un mapa genético con los casos autóctonos. Sería una gran paso para encontrar una vacuna adaptada.
Respondiendo a un llamado del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, para que se presenten proyectos relacionados a la investigación científica en torno a la pandemia, “desde INTA Rafaela surgió la posibilidad de que el área de Genómica y Bioinformática, que está integrada por profesionales de doble dependencia (INTA y CONICET), pueda formar parte de un consorcio de laboratorios que secuenciarán el virus COVID-19 circulante en Argentina”, informó el director de la Experimental INTA Rafaela, Jorge Villar.
Para ello, desde Rafaela ya coordinaron con el laboratorio central de la ciudad de Santa Fe a fin de que, si el proyecto es aprobado y financiado, se pueda avanzar en la secuenciación de entre 800 y 900 genomas en el país (entre 100 y 200 en la provincia), para observar las características que tiene este virus. “El hecho de conocer si el virus está mutando en nuestro país, y en particular en Santa Fe, va a ser fundamental en la mejora del conocimiento de la terapéutica y la eventual producción de una vacuna adaptada a nuestro país”, explicó en diálogo con el programa “Adn Rural”, el Ing. Villar.
El Instituto de Investigación de la Cadena Láctea de doble dependencia (INTA-CONICET) que fue creado el año pasado y también es dirigido por el Ing. Villar desde la Experimental de Rafaela, podría tener un rol clave en este proyecto, ya que los tres investigadores que participarían de este consorcio son miembros de dicho organismo científico. “Si bien el proceso y el protocolo de este proyecto están en evaluación para su posterior formulación y financiamiento, es interesante destacar con esta iniciativa las capacidades con que contamos en Rafaela para trabajar en ciencia de primer mundo”, ponderó el titular del INTA.
LOS PASOS A SEGUIR
Como todo proyecto de investigación pública, se necesita de una aprobación para su financiamiento porque se trata de fondos del Estado. Esta potestad está en la órbita de la Agencia Nacional de Promoción del Desarrollo Tecnológico y la Innovación, dependiente del MINCYT, que en esta oportunidad tendrá que elegir unos 50 proyectos de entre más de 700 propuestas presentadas.
Dentro del proyecto de la secuenciación del genoma del Coronavirus en Argentina, sobre los casos de Buenos Aires, se postularon a trabajar el INTA Castelar, la UBA, el Hospital Gutiérrez, y la empresa Biocódices, mientras que el INTA Rafaela haría la secuenciación en base a los casos que puede proveer el laboratorio central de Santa Fe.
El presupuesto que solicitan para esta idea proyecto es de US$ 100.000 aprox. para la provisión de reactivos importados, entre otros insumos de laboratorio, lo cual en el ámbito de la investigación científica no es algo extraordinario, más aun teniendo en cuenta la prioridad del tema en cuestión. De aprobarse este proyecto, los científicos rafaelinos podrían ponerse a trabajar inmediatamente en los laboratorios de la Experimental local, que cuentan con la infraestructura necesaria para este propósito.
La respuesta oficial para saber cuáles serán los proyectos beneficiados, se conocerá en los próximos días.
