El 2024 macroeconómicamente está signado por un año de ordenamiento de las cuentas públicas y privadas, donde todos los actores mensuran el impacto que tendrá en su sector la medidas oficiales, quienes nunca dependen del estado poseen una ventaja adicional de solamente prestar atención el clima y su tarea productiva, el campo naturalmente nos es un prebendaria del sistema público sino por el contrario un colaborador involuntario vía las retenciones que se le aplican.
Por ello, superada la sequía extrema que se vivió durante los tres últimos años y destructivamente en el 2023, las lluvias llegaron y con ello el campo nuevamente mostrará en todas sus producciones cuánto bien le hace al país. Habrá cosecha récord de maíz y soja volcando recursos suficientes para mover todo el interior del país, aportando divisas tan necesarias para equilibrar las cuentas públicas y derramando en los pueblos e industrias del interior sus excedentes.
La ganadería forma parte de este entramado de producciones que aspiran en el 2024 ir por la revancha, dejada atrás la sequía que tanto daño hizo a la producción malvendiendo sus animales, produciendo una caída de los índices de preñez en sus vientres y despoblando los campos ante la imposibilidad de darle comida.
El 2024 pinta positivo para la cadena ganadera, nuevamente los animales serán una reserva de valor importante ante las escasas alternativas existentes, repoblar los campos y darle kilos será la mejor opción para quienes siempre apostaron por la producción, el criador buscará reponerse de las pérdidas de la sequía y mostrará su mejor cara que es producir. El 2024 puede ser un año bisagra, con un récord de exportación que supere el millón de toneladas, donde comencemos el camino de darle más kilos a los animales permitiendo tener con el mismo stock mayor producción.
El próximo remate de ROSGAN el 7 de febrero promete ser importante en número de cabezas presentadas y con valores sostenidos en todas las categorías, los actores principales volverán a ser los invernadores tradicionales y nuevamente veremos el regreso de los productores agrícolas que comenzarán a prestar atención adonde canalizar sus futuros excedentes de las cosechas .El comienzo de la zafra de terneros permitirá igualmente al sistema de confinamiento comenzar a repoblar los corrales, donde los números de ocupación como siempre en enero y febrero resultan escasos y como contrapartida augura mejores precios para la hacienda con destino a faena ante la oferta disminuida estacional en el Mercado de Cañuelas. La solidez de la exportación y la búsqueda del novillo terminado en Cañuelas es también el reflejo de los buenos valores de los novillos y novillitos de la invernada, el tractor que empujará los precios este año será sin dudas la exportación gran jugador de la cadena.
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En este marco, la BCR anunció la apertura de la convocatoria para que startups se sumen a la BCR Startup Network, una red que impulsa