Con un incremento en la superficie sembrada del orden del 18,6 % en comparación al año anterior, el sorgo granífero inició su campaña bajo un escenario renovado, distinto al histórico, teniendo otro valor comercial y una mayor demanda internacional.
Como consecuencia, «dicha situación provocó un panorama diferente, al que se sumaron las condiciones climáticas que no acompañaron el desarrollo del cereal y las expectativas que se pusieron en los últimos resultados», indicaron desde el Sistema de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Comercio de Santa Fe.
Al inicio de las etapas reproductivas se observó que el estado sanitario de los sorgales cambió por la presencia de una gran población de pulgón amarillo o pulgón de la caña de azúcar (Melanaphis Sacchari), que impacto, afectó en mayor proporción a los sembradíos del área geográfica comprendida por el norte de los departamentos San Justo, San Javier, sureste de Vera, sur y centro de General Obligado.
Los altos porcentajes de humedad ambiente sobre el final del ciclo, rantelizaron la culminación de la recolección.
Ante las realidades descriptas, quedó flotando un interrogante: ¿qué sucederá con el sorgo granífero, en la próxima campaña?