El hecho ocurrió la semana pasada, en el campo de la familia Mondino. Un empleado del establecimiento descubrió el foco ígneo y, junto con los dueños, logró detener el avance de las llamas. “Lo que nos tocó pasar fue desastroso”, lamentaron las víctimas.
Por Maximiliano Luján (Redacción Nuestro Agro)
Definitivamente el campo se ha vuelvo “tierra de nadie” en Argentina. Todas las semanas se conocen delitos que muestran una animosidad asombrosa contra el sector, generando pérdidas cuantiosas y un temor en los productores que refleja el verdadero estado de indefensión que padecen.
La cuenca lechera santafesina es una de las zonas candentes en la provincia de Santa Fe, donde el delito más común es el abigeato. Sin embargo, en los últimos tiempos se han registrado reiterados casos de roturas de silobolsas en gran parte del Departamento Castellanos. Pero la semana pasada, un establecimiento familiar de Humberto Primo sufrió la quema intencional de 30 rollos y, de no ser por la aparición fortuita de un empleado, seguramente el fuego hubiese provocado un daño mucho mayor.
“Lo que a nosotros nos tocó pasar el día jueves 25 de junio fue lamentable porque nos encontramos con nuestra producción incendiada”, expresaron a Nuestro Agro los hermanos Mondino (Eugenio y Prudencio), reconocidos productores de la zona y víctimas del ataque. De acuerdo a sus presunciones, el hecho “ocurrió alrededor de las tres de la mañana, con viento a favor, y fue totalmente intencional”.
El foco ígneo fue descubierto por un empleado que cerca de las cinco de la mañana arribó al lugar para comenzar sus tareas. “Inmediatamente nos llama y comenzamos a trabajar quitando y cortando las hileras para que el fuego no continúe y así poder salvar lo restante”, relataron con crudeza los damnificados.
Por último, señalaron: “lo que pudimos contar, según nuestros cálculos por lo que quedó en pie, son aproximadamente unos 30 rollos de alfalfa que se perdieron producto del incendio”. Y concluyeron: “fue desastroso”.