El megatambo de Manfrey: una auténtica fábrica de leche

En Freyre, se pone en marcha el emprendimiento asociativo más ambicioso de la lechería regional. Un free stall dotado de la más avanzada tecnología robotizada, que en su primera etapa arranca con cuatro módulos VMS para 280 vacas en ordeño. El concepto tiene la finalidad de rescatar vacas ante el cierre de algunos tambos y producir más leche en la región. En su diseño final busca producir más de 50.000 litros por día.

El equipo de producción primaria y encargados del megatambo recibieron a Nuestro Agro.

No es lo mismo contarlo que verlo presencialmente. Nuestro Agro estuvo allí, presenciando el final de obra mientras comienza el proceso de adaptación de vaquillonas aún no paridas, por grupos de 50, las que se irán incorporando al sistema a partir del 13/15 de marzo. Estamos ante la imponente imagen de un free stall y sus instalaciones complementarias que se destacan en el horizonte a pocos kilómetros de la zona urbana de Freyre y a mil metros de la ruta. Previa entrevista al presidente de la cooperativa, Ercole Felippa, actual presidente del CIL, nuestra charla será con el gerente de Producción Primaria de Manfrey, Fabián Manzi, en el mismo escenario de la obra, con la presencia de unas 30 personas entre ingenieros y técnicos y personal de albañilería que trabajan contra reloj.
Manzi nos hace una primera introducción. «Lo que se va a poner en marcha en los primeros días de marzo es la etapa inicial de un proyecto pensado para 1.100 vacas estabuladas, en este caso es una estructura metálica de 180 m de largo por 26 m de ancho tipo free stall para 280/300 vacas, con ordeño robotizado con 4 unidades, camas de goma y bajo un diseño de la firma DeLaval. El ordeño se hace con tráfico dirigido, donde el animal va al robot en forma voluntaria y puede ordeñarse más de tres veces según las indicaciones del programa que se ordena desde la computadora, registra el estado corporal de cada vaca y avisa cualquier anomalía. Desde el software se habilita la cantidad de veces que puede ordeñarse una vaca según el momento de su lactancia, es decir que habrá animales que tendrán dos ordeños diarios y otros hasta tres. Cada robot va detectando la condición de cada vaca, desde su producción, la conductividad eléctrica de la leche que puede estar indicando un principio de mastitis, es decir que cada unidad de ordeño tiene programada una rutina desde el lavado y sellado de los pezones y hasta puede determinar si el animal tiene buena rumia».
El relato se torna apasionante mientras recorremos las instalaciones: «cada robot cuenta con una cámara 3 D que registra la configuración de la ubre y determina la posición de las pezoneras, el animal durante su ordeño come un balanceado peleteado que completa la ración TMR que se le da en la calle de comida con un mixer y un robot pequeño que arrima el alimento que se dispersa y que está disponible todo el día».
La descripción continúa y nos enteramos que el galpón de estructura totalmente metálica tiene 180 m de largo y 26 m de ancho con 8 m de altura y dispone de un sistema de lavado por inundación tipo flushing (arrastre por inundación), para ello se ha realizado una buena pendiente, efluentes que primeramente van a una cisterna y desde allí se deriva a un separador de sólidos y líquidos (tornillo), pasando por tres lagunas que permiten recuperar el agua para un próximo lavado. En cuanto a los sólidos se utilizan para fertilizar los distintos lotes donde se siembra especialmente maíz y sorgo.
Nuestro Agro (NA) – ¿Cuántas vaquillonas se van a ordeñar en este primer módulo?
Fabián Manzi (FM) – Se comenzará la primera semana con 50 vaquillonas que paren desde 13 de marzo que será el punto de partida, luego a la semana siguiente se incorporará otro lote, las fechas de pariciones ya han sido programadas y estimamos que en cuatro a seis meses tendremos 280 en ordeño, todas de producción propia de los 4 tambos que dispone actualmente Manfrey en el sistema convencional.
NA – ¿ Qué aporte han realizado los socios de Manfrey que han adherido al proyecto?
FM – Ha sido opcional de acuerdo a cada situación, algunos que cerraron el tambo aportaron sus vacas, otros alquilan sus campos o entregan forrajes, este es un proceso que ya lleva un par años. Las vaquillonas, por ejemplo, provienen de vacas de tambos de algunos socios que no deseaban continuar y por lo tanto la cooperativa se ha hecho cargo del gerenciamiento, de siete u ocho tambos se centralizó la actividad en 4 establecimientos actualmente operativos y que producen 40.000 lt. diarios.

La primera etapa incluye cuatro módulos VMS de última generación y todos los accesorios de una marca líder en ordeño robotizado.


NA – ¿Cuál fue el motivo de este emprendimiento?
FM – Es el resultado de una encuesta que se hizo desde la cooperativa y que dio como resultado que en varios tambos había problemas de continuidad generacional y que la idea era cerrarlos. Ante este panorama la empresa presentó un proyecto al cual adhirieron unos cuantos productores siempre y cuando Manfrey se hiciera cargo del gerenciamiento. La idea interesó y el área de Producción Primaria que está a mi cargo se puso a trabajar en distintas alternativas y así optamos por este sistema intensivo como es el free stall (estabulado bajo galpón) es decir que será el quinto tambo. La idea general es ordeñar 1.100 vacas que sería producción propia de la cooperativa. A este emprendimiento lo definimos como una fábrica para producir leche, frenando la liquidación de vacas y evitando el cierre de tambos, que la leche quede en la cooperativa, y con ese criterio se trabajó desde nuestra área informando y capacitando y además se contribuye al arraigo de la gente en la zona.
Manzi comenta que el proyecto fue migrando en el tiempo, hubo sobre la marcha alguna reingeniería: «hoy se está poniendo en marcha este primer galpón en un predio de 25 ha. próximo a la población de Freyre, pero tiene el agregado de un área de servicios que se ha construido a la par donde hay una sala de leche, sala de control, veterinaria, depósito de insumos, sala para reuniones, vestuarios para mujeres y hombres y un generador de electricidad para cubrir cualquier eventualidad. Luego a la par -lado norte- se piensa construir otro galpón o dos según los recursos que se dispongan, con el doble o triple de capacidad, lo que aún no está definido, por tal motivo se construyó esta área de servicio que podrá compartirse en una próxima etapa. Antes de ello nos falta construir un área de maternidad, pre parto y crianza de terneros, esta sería una segunda etapa y posteriormente se construirían los próximos galpones».
Esta fábrica de leche cuenta con el apoyo de un área de 600 ha en algunos casos alquiladas a productores que cesaron su actividad y permite realizar la producción de forrajes.
Al principio, se comenzará a trabajar con tres personas y un mixero, se trata de personas que ya han sido capacitadas.

Mientras se culminan los detalles las primeras vaquillonas realizan el período de adaptación al sistema.


NA – ¿Qué tiempo ha demandado la obra?
FM – Teniendo en cuenta que nosotros ya habíamos levantado el nivel del terraplen meses antes (último trimestre de 2021), la obra se inició el 15 de enero de 2022 y después de un año está prácticamente terminada. Se contrataron distintas empresas de la región tanto para la obra civil, el montaje de la estructura del galpón, los caños y toda la tecnología es de DeLaval que provee también el diseño.

Cambio de paradigma para producir leche

A manera de síntesis refiriéndose al origen del emprendimiento, el presidente de la Cooperativa Ercole Felippa, así describe para Nuestro Agro, la puesta en marcha del proyecto.
«Este emprendimiento tiene que ver con un proceso que lo encaramos hace ya algunos años y donde nos planteábamos qué debíamos analizar sobre la continuidad de algunos tambos que manifestaban vulnerabilidad. Fundamentalmente dado por una cuestión de continuidad generacional en donde la mayoría de los tambos que cierran está atado al recambio generacional y a aspectos económicos, es todo un tema la continuidad familiar. Por ese entonces hicimos una encuesta donde establecíamos aspectos económicos, productivos y sociales y los resultados fueron contundentes, por un lado la encuesta nos decía qué mal estamos, pero por otro lado nos planteaba cuánto tenemos por hacer todavía. Y había aspectos que resaltaban la necesidad de una figura asociativa y en ese momento pensamos en buscar productores con cierta afinidad y cuando los convocamos la respuesta fue contundente: «Queremos ser parte de un proyecto pero que lo lidere Manfrey».

Ércole Felippa (der.), recibió en las instalaciones al director de Lechería, Arturo Videla, y al presidente de la JIPL, Danny Lorenzatti.


Y allí surge la idea de imaginarnos un tambo asociativo máxime que nosotros veníamos con la idea de producir un porcentaje de la leche propia que industrializamos. Tal es así que Manfrey ya tiene 4 tambos propios en un sistema convencional y que precisamente fue el resultado de integrar 6 tambos en 4 unidades que hoy están gestionados por la cooperativa y las vaquillonas que van generando esos tambos salen de los mismos y son las primeras que se incorporarán a este proyecto de megatambo que ponemos en marcha en estos días. Un primer módulo para 280 vacas y luego habrá uno o dos módulos para alcanzar las 1.000 a 1.100 vacas en ordeño.
Felippa completa sus conceptos reconociendo que «De alguna manera cambian los paradigmas tradicionales para producir leche, partiendo desde el aspecto del bienestar animal, la conversión de MS en leche es mucho más eficiente y además en un sistema donde la vaca es la que decide ser ordeñada a través de los robots. Pero por sobre la tecnología tenemos que destacar que se trata de un sistema amigable con el medio ambiente, permite mayor sustentabilidad cuidando, por ejemplo, el recurso agua y todos los aspectos de contaminación ambiental, cuestiones que en un futuro cercano serán exigidas y en las cuales ya se trabaja en los protocolos hablando de nuestro país porque en el resto del mundo las exigencias ya están implementadas».
El titular de Manfrey cierra manifestando: «Yo enfatizo el pensamiento de los socios, los que estamos en la actividad seguimos apostando a la lechería, más concretamente al futuro de la lechería, aunque a este proyecto hoy se lo vea imponente estamos seguros que está definiendo la sustentabilidad de la lechería en nuestra región. Hasta el momento todo lo ejecutado incluyendo el área de servicios, se trata de una inversión de 2 millones de dólares, si hubiese sido sólo el galpón y los robots, la inversión hubiera sido de 1,5 millones de dólares.»

Respeto por el uso del agua

Si algo hay para destacar dentro del paquete de esta tecnología es el uso muy respetuoso del agua, se trata de utilizar el menor volumen de napa posible”, dijo el Ing. Fabián Manzi. “El concepto es cuidar el agua debido a los grandes volúmenes que se necesitan, tratamos de utilizar el menor volumen de agua de napa, y el agua del lavado se recupera, además toda el agua de lluvia se retiene en una cisterna que cuenta con tres bombas que envían el agua ya filtrada para utilizarse como bebida animal (agua filtrada) y en la limpieza de pezones y lavado de los robots que es un proceso automático”, indicó el técnico. “El otro punto importante del sistema es el tratamiento de los efluentes, el agua con que se lavan las calles van a una cisterna y desde allí a un tornillo que separa los sólidos y el líquido se decanta en tres lagunas y vuelve a reutilizarse, todo lo que es sólido va a los campos en producción. El otro aspecto es el flashing como limpieza de las calles por inundación, agua que se suelta desde una gran cisterna y se desplaza en el piso que se construyó con un importante declive”, explicó Manzi.
Y agregó: “todo está diseñado para que el tambo no genere un impacto negativo en el medio ambiente y otro aspecto a destacar es el confort animal, además están instaladas bateas con agua a lo largo de todo el galpón las que se nivelan automáticamente. Si bien el galpón tiene una importante aireación dada su altura, no faltan los ventiladores para forzar el aire en días de alta temperatura”.

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