“Aunque la economía santafesina recuperó un 9,0% de actividad en los últimos 12 meses, a este ritmo haría falta prácticamente otro año completo para retornar a los niveles de 2018”, dice el informe del Centro de Estudios y Servicios de la Bolsa de Comercio de Santa Fe que elabora el Índice Compuesto de Actividad Económica.
La variación positiva de abril con respecto de marzo fue de 0,2%; la tasa interanual de actividad económica provincial (abril 2021 versus abril 2020) fue de 9,0% y la variación acumulada se estima en 2,5% en lo que va del año.
El informe señala que la variación de abril del 0,2% permitió que el índice coincidente supere el punto de referencia establecido en agosto de 2019 (en dicho mes la recesión 2018.04/2020.04 se profundiza a la baja y se acopla con los efectos de la pandemia”, tal como lo muestra el gráfico.
Las series estudiadas que tuvieron variaciones positivas mensuales fueron las siguientes: demanda laboral: 6,3%; consumo de hidrocarburos para la agroindustria y el transporte: 4,3%; consumo de energía eléctrica industrial: 1,8%; ventas en supermercados: 1,1%; molienda de oleaginosas: 1,0%; consumo de gas industrial: 1,0%; puestos de trabajo: 0,4% y producción láctea y faena de ganado bovino y porcino, 0,1%.
En tanto, tuvieron un desempeño negativo, las remuneraciones reales: -0,1%; los recursos tributarios, -0,2%; la venta de maquinaria agrícola: -0,7%; el consumo de cemento, -2,6% y el patentamiento de nuevos vehículos: -7,0%.
En términos interanuales predominaron las alzas en línea con el rebote de los últimos doce meses, sin embargo, las remuneraciones reales y la faena de ganado bovino y porcino se mantuvieron en terreno negativo.
Otro dato importante refiere al consumo de energía por parte de la industria dado que el agregado también mostró una recuperación significativa. La energía eléctrica obtuvo tasas del 1,8% mensual, y 33,2% interanual; mientras que en lo que respecta al consumo de gas las mismas fueron 1,0 y 40,8%, respectivamente.
“Hay otros indicadores que también contribuyeron positivamente en lo coyuntural, pero continúan en niveles históricos relativamente bajos. En sentido inverso, al igual que ocurre en el resto del país, el poder adquisitivo del sector privado registrado continúa disminuyendo y perdiendo terreno frente a la aceleración de los precios; en un marco de alta preocupación empresaria y escaso nivel de inversiones en bienes durables. Esto, sumado a los desafíos macroeconómicos por delante, y a las tensiones políticas que atraviesa Argentina, que dificulta realizar conjeturas en términos de perspectivas de mediano plazo – aún ante un contexto internacional que se muestra favorable –», concluye el informe del CES.