Se agudiza el conflicto entre el gremio de los lecheros y las centrales industriales y complica la negociación salarial en curso, luego de que el viernes el CIL realizara una presentación ante el Ministerio de Trabajo, pidiendo “la urgente e inmediata intervención como consecuencia de los incumplimientos reiterados y permanentes a la Conciliación Obligatoria”.
Ante la Directora Nacional de Relaciones de Trabajo, Dra. Gabriela Marcello, el Centro de la Industria Lechera (CIL) mediante su presidente Ing. Miguel Paulón, denunció la “continuidad de la violación de la Conciliación Obligatoria”, solicitando “se suspenda el cómputo de los plazos de la conciliación hasta que se cumpla efectivamente con la misma”, aduciendo “mala fe negocial” por parte del gremio y además, pidiendo la inmediata intervención del Ministerio para que inspeccione los casos de las empresas.
Según este documento, “la situación que a la fecha siguen manifestando las empresas asociadas a este Centro, se evidencian como realmente graves e intolerables, al punto que entendemos que no se ha iniciado ciertamente el periodo de negociación que la ley 14.786 establece como indispensable para negociar”. Y agrega: “estas acciones contra las empresas nunca cesaron y las hemos venido denunciado sistemáticamente con documentos que las acreditan”.
En efecto, “en las empresas continúan las presiones y acciones gremiales que implican dejar de trabajar hasta 4 horas por turno entre otra serie de conductas que claramente son contrarias a la buena fe negocial y hasta podrían ser calificadas más severamente”, sostiene el texto de la presentación del CIL.
BAJO “EXTORSIÓN”
En el documento del CIL se menciona que “muchas empresas, ante el incumplimiento sistemático de la Conciliación Obligatoria bajo todo tipo de eufemismos y ante la inexistencia de alguna medida que impida que ello ocurra, se han visto en la obligación de ceder ante las presiones y acciones concretas, para evitar seguir perdiendo producción y poner en riesgo el abastecimiento y en su caso afectar más la económica de las empresas”. En este sentido, dejan constancia las industrias “que esas sumas que se han visto compelidas a ceder (…) carecería de imputación concreta y a todo evento sería una suerte de anticipo a cuenta genérico, sin que ello pueda implicar que ha surgido de alguna negociación legítima y menos luego de la forma de su obtención”.
El presidente de la entidad, reconoció en diálogo con el programa radial “ADN Rural” que la situación llegó a un punto límite de tolerancia: “nosotros presentamos esto, no sabemos qué resultados va a tener, pero la cuestión es no dejar pasar que hagan lo que quieran; nosotros buscamos que se apliquen las sanciones administrativas que correspondan, que el Gobierno aperciba al gremio y sobre todo que paguen daños provocados, pérdidas de producción, de distribución, etc, porque todo esto tiene su costo”, enfatizó Paulón. “Mientras tanto, todo lo paga la industria; en algún momento llegará el efecto al resto de la cadena”.
Incluso reconoció el representante del CIL que las industrias que ya arreglaron adelantar aumentos y pagar el día de paro sin descontar el presentismo, como es el caso de las grandes firmas de Rafaela, lo hicieron bajo circunstancias poco formales: “lo hicieron bajo presión, extorsionadas”, ratificó Paulón.
Volviendo al documento, se citan los casos de La Lácteo y Milkaut como las empresas que denunciaron formalmente las acciones del gremio en plena conciliación.
LA “NEGOCIACIÓN”
Hoy lunes se realiza el tercer encuentro entre el sindicato y las centrales de la industria en el ámbito de la Conciliación Obligatoria, para continuar con la negociación por el aumento salarial reclamado por ATILRA, cuya primera propuesta empresarial fue rechazada la semana pasada por considerársela insuficiente.
Redacción Nuestro Agro (Gustavo Gigena)