Un documento elaborado por la FISFE y la Secretaría de Industria da cuenta de los principales desafíos que enfrentan para poder desarrollarse.
La Federación Industrial de Santa Fe (FISFE) y la Secretaría de Industria de la provincia de Santa Fe elaboraron un informe denominado Diagnóstico y recomendaciones de política para el fortalecimiento de los parques industriales de Santa Fe.
El documento busca trazar un mapa de parques y áreas industriales de la provincia, explicitando su localización, superficie, tipo de empresas radicadas, figura legal constitutiva, estado de infraestructura, acceso a servicios y problemáticas que afectan su crecimiento. Esto, con el objetivo de identificar las áreas que necesitan de intervención pública y de formular recomendaciones para fortalecerlos.
Según el reporte, “la provincia de Santa Fe tiene radicados en toda su superficie 65 áreas y parques industriales, de los cuales 55 tienen reconocimiento provincial y 37 están registrados en el Registro Nacional de Parques Industriales, lo que les permite acceder a beneficios impositivos y Aportes No Reintegrables para obras intramuros”. De los espacios relevados, 40 están en el sur, 14 en el centro y 11 en el norte. De este modo, Santa Fe se ubica en el segundo puesto del ranking nacional, sólo detrás de Buenos Aires.
En total, los parques y áreas industriales de la provincia “ocupan 1929 hectáreas, de las que el 68% está en el sur, 19% en el centro y 12% en el norte; siendo la región centro la que mayor porcentaje de ocupación tiene, con el 83%, lo que significa que ya no hay más lotes disponibles”. En cuanto al perfil productivo, “el sector metalmecánico tiene presencia en la mayoría de los parques encuestados, seguido por las empresas del rubro alimenticio, construcción y sus materiales, maderas y muebles y sustancias y productos químicos”.
En cuanto a los obstáculos que enfrentan las empresas, se destacan las demoras en la aprobación de los entes públicos para avanzar con diferentes trámites, la inseguridad y la falta de infraestructura vial y de conectividad; en distinto orden según la región de que se trate.
En efecto, “el 10% no tiene pavimento en sus calles internas, mientras que la mitad de los del norte, el 27% de los del sur y el 25% de los del centro no tiene calles de acceso pavimentadas”.
Por otro lado, “la Empresa Provincial de la Energía provee el 85% de la energía y el restante 15% las cooperativas eléctricas, mientras que el 95% no posee fuentes de suministro de energías renovables (sólo un parque genera energía solar). En tanto sólo el 40 % está conectado a la red de agua potable y el resto la toma de la napa freática.
El 87,5% de los encuestados posee desagües pluviales, el 50% tiene desagües sanitarios, el 22,5% desagües industriales y el 12,5% posee plantas de tratamiento de efluentes.
Respecto a la seguridad, la mayor parte cuenta con cerco perimetral y con cabina de control de ingresos y más de la mitad está monitoreados por cámaras fijas; en tanto los reclamos por la falta de conectividad tienen su justificación en que en el norte sólo uno de los parques puede acceder a la fibra óptica y en el sur el 77%. Sólo en el centro todos tienen acceso”.
A partir de lo relevado, el informe propone un plan de acción para solucionar los déficits viales, energéticos y de conectividad; impulsar una mejora en los procedimientos y tiempos de la gestión pública; incentivar la radicación de nuevas empresas; evaluar la creación de nuevos parques o áreas y la ampliación de los existentes; incorporar la perspectiva ambiental como eje estratégico; y actualizar la legislación vigente; entre otros aspectos.
