La Rural de Rafaela alzó su voz contra la suba de retenciones a la soja y el maíz, tras vencerse este lunes el plazo establecido (de 6 meses) por el Gobierno para mantener más baja las alícuotas para los granos. Solo el trigo y la cebada consiguieron el guiño oficial, logrando una prórroga hasta marzo de 2026.
«Los productores no pueden seguir dispersando su atención en medidas políticas que los afectan, deben enfocarse solamente en generar alimentos y no ser responsables salientes de la estabilidad económica nacional», indicaron desde la entidad mediante un comunicado.
Tal como lo manifestó la Mesa de Enlace, para la rural rafaelina tampoco “no hay más margen para medidas discrecionales de corto alcance, que sólo profundizan la incertidumbre y la desazón. El campo argentino necesita reglas claras, previsibilidad y una Argentina sin retenciones”.
El comunicado completo
Los Derechos de Exportación a la soja y al maíz volverán, este primer día de julio, a los porcentajes de sus máximos históricos, cifras que habían sido recortadas temporalmente en enero por el Gobierno Nacional.
La medida se entendía que impulsaba la liquidación de granos y la recaudación, en tiempos en los que el país precisa de una base financiera mayor. Pero la circularidad de la historia argentina hace que nuevamente la ganancia posible de los agricultores se licúe, mientras no hay siquiera una devolución en infraestructura productiva.
Las famosas retenciones desvelan el descanso de quienes trabajan todos los días, con todos los riesgos del cielo abierto. Como una pesadilla, los productores siguen sin poder planificar entre campañas, aportando siempre y de forma extraordinaria, pero sin la posibilidad de ganar en consecuencia.
La medida temporal del Ejecutivo nacional, que tuvo una prórroga en granos finos, recupera la recaudación completa en los principales cultivos, con la premisa de sostener el superávit fiscal.
En este sentido, entiende a la perfección el campo su importancia económica y su responsabilidad para sustentar el progreso argentino.
Lo que viene siendo una liquidación histórica de granos, en una campaña amplísima, quizá hubiera permitido al menos seguir sosteniendo el recorte que se planteó en enero pasado, para así caminar hacia una baja progresiva que lleve a la desaparición de una erogación única a nivel mundial.
Los productores no pueden seguir dispersando su atención en medidas políticas que los afectan, deben enfocarse solamente en generar alimentos y no ser responsables salientes de la estabilidad económica nacional.
Tal como lo manifestó hace horas la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias, “no hay más margen para medidas discrecionales de corto alcance, que sólo profundizan la incertidumbre y la desazón. El campo argentino necesita reglas claras, previsibilidad y una Argentina sin retenciones”.
Dispuestos a seguir trabajando y aportando, la producción necesita competitividad, para así aprovechar oportunidades, desenvolverse con el resto de las medidas que acompañan al sector, para así contar con la libertad de seguir invirtiendo, hacer crecer al país y alimentar al mundo.