Antes de las lluvias, el 18 de enero se observaba que la categoría extrema de sequía (la menor reserva de agua en los suelos comparando con los últimos 30 años de estadística) cubría por entero a Santa Fe, siendo la provincia más afectada. El fenómeno también se extendía por gran parte de Entre Ríos, Córdoba y el norte bonaerense.
Para revertir el estado de sequía y pasar a reservas óptimas en el suelo se necesitarían valores de precipitación de 160 a 180 mm. Dado el panorama productivo de soja y maíz actual y para responder si las lluvias del último fin de semana sirven para asegurar un piso de rindes, desde la Bolsa de Comercio de Rosario han realizado algunas consideraciones:
_ Con lluvias mayores a 45 mm, no se depende de nuevas tormentas hasta el 10 a 15 de febrero para sostener el crecimiento y hay buenas chances de asegurar un piso mínimo de rindes. Si el productor asume el riesgo de posibles pérdidas por heladas tempranas, el milimetraje recibido alienta a sembrar áreas que se han sembrado y perdido o no se han podido sembrar por la sequía. De todas maneras, los resultados de estas siembras estarían sumamente limitadas por este atraso que sería inédito. En el caso de que las heladas tempranas se retrasen y las lluvias acompañen, las sojas sembradas podrían alcanzar de 10 a 15 qq/ha y los maíces entre 30 a 50 qq/ha.
_ Con lluvias de 30 a 45 mm, hay un alivio momentáneo. El cultivo puede retomar el crecimiento y crecer sin estrés durante una semana. Hay que recordar que en esta época los suelos pierden cerca de 7 mm por día por evapotranspiración. Por eso, se depende de nuevas lluvias en el corto plazo. El agua caída detiene el deterioro en soja y maíz y levanta levemente las expectativas productivas.
_ Con lluvias menores a los 30 mm no se espera una reacción del cultivo, más aún en suelos regulares. Sigue habiendo una gran dependencia al comportamiento que tengan las lluvias de acá en más.
_ Las áreas con menos de 15 mm, si no reciben en el corto plazo lluvias importantes, seguirán profundizando el deterioro de los cultivos por el ascenso de las temperaturas. Estas áreas, sobre todo si están en la franja este de la región pampeana (mucho más deficitaria que el oeste), siguen en riesgo de pérdidas masivas y hasta totales de producción en soja y maíz.
Lamentablemente, solo el 15% de la región pampeana recibió lluvias por encima de los 45 mm. Se trata del 15% del área bonaerense, 10% de La Pampa, 5% de Santa Fe y 3% de Córdoba.
Santa Fe, la provincia más necesitada de agua, solo superó los 45 mm en dos sectores. El más importante es hacia el este y sur de Rosario (60 mm); el otro se registró en el centro de Santa Fe (El trébol 47mm y 48mm Reconquista). De esta manera, solo el 5% del territorio podría sostener el crecimiento de los cultivos sin nuevas lluvias hasta la primera quincena de febrero. Es importante destacar que más de la mitad de Santa Fe recibió un alivio momentáneo con registros de 30 a 45 mm, pero el resto (un 42% de la provincia), recibió lluvias inferiores a los 15 mm.