Las empresas nucleadas en AFAT también se encuentran afectadas por la coyuntura. Sin embargo, la mirada está puesta en lo que viene.
El escenario que afronta la maquinaria agrícola no es auspicioso ni mucho menos. En este 2023, el combo letal conformado principalmente por el clima y la macroeconomía, pegaron fuerte en un sector que atraviesa un período de caídas en materia de ventas. De hecho, el propio INDEC esta semana difundió los números del primer trimestre, que ratifican el mal momento de las empresas.
La realidad también golpea a las empresas internacionales nucleadas en AFAT, entidad que agrupa a firmas que poseen plantas en Argentina y cuya mayoría se dedican a la fabricación de maquinaria autopropulsada.
«Si bien seguimos muy atentos los números del INDEC, basamos nuestros análisis en los números que surgen de ACARA sobre los patentamientos. Hubo una caída previsible, la veíamos venir, en el caso de las cosechadoras casi un 18%, en tractores un 4% y en pulverizadoras hubo una suba del 24%», señaló el Ejecutivo de la entidad, Leandro Brito. Y agregó: «hoy entendemos que el mercado este año va a estar en alrededor del 15% por debajo del año pasado».
A la hora de mencionar los motivos que originaron la caída de las ventas, indicó: «básicamente es la mala cosecha gruesa y con respecto a la fina el tema de la humedad en los suelos hicieron que productores y contratistas fueran precavidos y posterguen la decisión de compra. Veremos si repunta con estas lluvias que ocurrieron y con las proyecciones que hay».
De todas maneras, el gran problema que presenta el sector radica en la escasez de créditos. En ese sentido, reconoció que «faltan líneas previsibles, de largo plazo, que contemplen el mercado y las realidades de fabricantes, productores y contratistas». E insistió: «deben ser créditos competitivos para la compra de bienes de capital».
Confianza, a pesar de todo
A pesar del duro trance que afronta el sector, el optimismo aflora desde AFAT. «En la medida que el horizonte se vaya aclarando, las proyecciones climáticas para la campaña fina sean mejores y en tanto se aclaren las definiciones en un año político, probablemente haya un cambio de tendencia más favorable».
En efecto, debe destacarse que productores y contratistas son ávidos de incorporar tecnología y siempre que pueden invierten. En los últimos años, por varios factores, el parque de maquinarias quedó antiguo u obsoleto. «La necesidad y demanda está latente de renovación y por eso nosotros somos optimistas siempre», remarcó.
Desde AFAT, el foco está puesto fundamentalmente en el mercado de autopropulsados. «Afortunadamente hoy los productores y contratistas se vuelcan masivamente a nuestros productos», resaltó Brito. Según contó, acaparan el 98% de las preferencias en cosechadoras, el 77% en tractores y casi el 50% en pulverizadoras.