Las rurales de la cuenca lechera vuelven a la carga por la inseguridad

La inseguridad rural mantiene en vilo a la cuenca lechera santafesina. Desde hace años, el Departamento Castellanos se ha convertido en una zona candente en materia de delitos, principalmente apuntado al robo de ganado y la faena clandestina. Independientemente de las gestiones realizadas por las entidades ruralistas y las buenas intenciones del Gobierno provincial, quien tiene a su cargo la fuerza de seguridad abocada a la ruralidad, la realidad muestra que poco se hizo o bien, lo que se ha hecho definitivamente no alcanza.

Nuestro Agro tomó contacto con los presidentes de las rurales de Rafaela, Sunchales y Humberto, para conocer el escenario actual. Todos coinciden en la necesidad de mayores recursos, económicos y humanos, para tratar de combatir una problemática que sigue acechando a las empresas y familias de la ruralidad. Cabe recordad que en estas mismas páginas en los últimos años vienen informándose hechos delictivos de distinta índole, algunos de los cuales son recordados al día de hoy por la violencia inusitada demostrada por los delincuentes.

“La inseguridad rural sigue siendo un motivo de gran preocupación para el sector. Valoramos muchísimo la predisposición de las autoridades, fuerzas de seguridad y municipio por ejemplo, pero nos generó gran alarma el hecho de que vehículos de la Guardia Rural Los Pumas hayan sido trasladados a Rosario para cumplimentar tareas allí, algo que afortunadamente pudimos revertir a partir de gestiones realizadas”, comentó Norma Bessone, máxima referente de la rural rafaelina.

Según su apreciación, el contexto económico y social que afronta el país, del cual la región no escapa, “no hacen prever soluciones rápidas en el corto plazo”. De todas maneras, remarcó la necesidad de contar con recursos de todo tipo para abordar el problema como corresponde y tratar de atenuar los delitos que se suscitan en el campo.

En la misma sintonía se expresó el presidente de la rural de Sunchales, Mariano Erba, que en diálogo con este medio no dudó en asegurar que la inseguridad “sigue siendo una problemática”. Al respecto, señaló: “en nuestro distrito, hace unos meses faenaron animales en varios establecimientos, también robaron elementos personales; desde ya esto lo abordamos en su momento con las demás rurales del Departamento y se había generado una reunión con la fiscalía para plantear inquietudes, pero el problema sigue y afecta mucho al productor”.

El dirigente recordó que desde hace más de 20 años que en Sunchales hay un destacamento de la Guardia Rural Los Pumas. A pesar de eso, comentó que “siempre reclamamos más personal y mayor cantidad de móviles”. Y, al igual que Bessone, remarcó que hace un mes una camioneta de la fuerza de seguridad, con agentes, viajó a Rosario para participar de operativos. “Con los escasos recursos que tienen, la tarea se complica más aún”, reconoció.

¿Seguridad privada en Humberto?

El flamante presidente de la rural de Humberto, Alejandro Brignone, fue otro de los dirigentes consultados por Nuestro Agro para tener precisiones sobre la inseguridad rural en ese distrito, uno de los más afectados históricamente por el delito más común de todos: el abigeato.

Precisamente, poco y nada a cambiado de acuerdo al relato del productor. “Acá sigue siendo moneda corriente y en mayo tuvimos un caso de abigeato con un animal en uno de los campos.  “Aquí el robo de ganado mayormente ocurre por la modalidad denominada goteo y, si bien en estos momentos la situación no es tan grave como en otros tiempos, sigue sucediendo y no sabemos qué hacen con la carne que roban”.

El estado de indefensión de los productores es tal, que varios analizan la posibilidad de contratar “algún tipo de seguridad privada” para tratar de combatir de alguna manera el problema en un radio donde se producen delitos con mayor frecuencia. De todas maneras, aclaró: “es una alternativa, pero sabemos bien que resulta bastante costoso”

Para finalizar, Brignone reflexionó: “el déficit de presencia policial en la zona rural es importante. Los Pumas manejan una superficie muy amplia y básicamente no llegan a dar la respuesta que uno necesita por la falta de personal y móviles”. Y remarcó: “la realidad es que en Virginia, Colonia Mauá y Humberto necesitamos un destacamento o base de la Guardia Rural porque, aunque no parezca, la presencia de las fuerzas de seguridad puede servir para desactivar el ánimo o el accionar de los malvivientes”.

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