El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y el Instituto Nacional del Agua (INA), coinciden con el INTA en que para noviembre, diciembre y enero, los registros de precipitaciones serán inferiores a lo normal, en pleno desarrollo del fenómeno «La Niña».
El pronóstico climático trimestral se realiza sobre la base del análisis de las previsiones numéricas experimentales
de los principales modelos globales de simulación del clima y modelos estadísticos nacionales, sumado al análisis
de la evolución de las condiciones oceánicas y atmosféricas. Según este reporte, las probabilidades de que escaseen las lluvias en un momento crucial de la campaña gruesa, son elevadas.
«En los mapas el color sombreado indica el porcentaje de probabilidad asignado a la categoría que presenta mayor probabilidad de ocurrencia», indica el SMN, por lo que se observa claramente que las regiones con mayor déficit coinciden con las zonas agrícolas más importantes del país.
Algo similar ocurrirá con las temperaturas medias, que se espera sean superiores a las normales en un alto porcentaje de probabilidad.
LA NIÑA YA ESTÁ INSTALADA
La semana pasada, la Guía Estratégica para el Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario (GEA-BCR) confirmó el pronóstico: “El forzante “Niña” ya está instalado y lentamente está aumentando su intensidad y su efecto negativo sobre la oferta de agua. Esto ya se refleja en la dinámica de las precipitaciones: solo se producen por la interacción entre el aire cálido y húmedo proveniente del noreste y el ingreso de frentes fríos desde el sur argentino”, explicó el Dr. José Luis Aiello, climatólogo de la entidad. “A este escenario complejo debemos sumarle dos fenómenos que están aumentando la rigurosidad climática, por un lado, el actual enfriamiento de la temperatura superficial del Atlántico disminuyó el ingreso adicional de aire húmedo a la franja este del país. Lo otro es la instalación de un pulso cálido producto de la circulación norte y la alta radiación solar», lo cual se observó claramente en los últimos días de octubre.
Aiello afirmó que «el escenario es muy complejo para el centro y el norte del país y podría condicionar en algunas zonas el avance de la siembra temprana de soja. Hay algo que podría jugar a favor de los cultivos, la transición a noviembre muestra condiciones muy parecidas a las que se dieron antes de las importantes lluvias de inicios de setiembre. Los modelos de pronóstico no indican que los fenómenos serían tan importantes, pero muestran aportes de agua que podrían proporcionar alivio sobre todo al centro del país».
Llueve, pero el pronóstico será muy ajustado en el arranque de la campaña sojera y la fase clave para los maíces.