Con suma preocupación, desde FIFRA fueron muy críticos de la medida oficial que contempla el cierre de las exportaciones de carne vacuna por 30 días. “Una decisión de tal carácter, anunciada de manera intempestiva, a una semana de haber anunciado un programa de precios y a días del inicio de un sistema de Declaraciones Juradas de Exportación, es absolutamente extemporánea”, indicaron en un comunicado.
Y agregaron: “es absolutamente intempestiva la decisión porque todos los actores tienen prevista su producción y asumidos compromisos de entregas lo que representara incumplimientos contractuales; sin ir más lejos, vence el 30 de junio el periodo de cumplimiento de cortes Hilton con beneficios arancelarios”. Se sabe, porque la historia vuelve a repetirse, que una medida así hará perder la oportunidad de aprovechar esos beneficios arancelarios y serán menores ingresos de divisas al país.
“Esta medida además de afectar directamente al sector de ganados y carnes, agrava la situación institucional del país y por ese motivo hacemos un llamado a todos los sectores a que se expresen, para demostrar el desencanto con la medida e instar a su inmediata revisión”, solicitaron desde FIFRA.
Los efectos negativos del cese de exportaciones o “limitaciones” son por todos conocidos. Ocurrieron a partir del cese declarado por Néstor Kirchner en 2006 y le siguieron una serie de medidas intervencionistas que tuvieron el mérito de lograr la liquidación de un stock ganadero equivalente al de Uruguay (12 millones de cabezas) “que a una década no se recuperó del cierre de frigoríficos, pérdidas de empleo y de la falta de confianza en los compradores internacionales”.