Luis Nardi, un visionario que plantó las bases de Agroactiva y tuvo su merecido reconocimiento

No hay dudas que Luis Nardi fue un visionario. El hombre que sentó las bases sobre las que creció la megamuestra. Por ese motivo, fue más que merecido el otorgamiento del “Valor Criollo” a la persona que creó y puso en valor a la herramienta más poderosa para general negocios, capacitación y encuentro.

Desde siempre, sostenía que AgroActiva no tenía techo y era una empresa de servicio que se desarrolló bajo el valor de la humildad para luego conquistar grandes sueños.

La directora general de AgroActiva, Rosana Nardi, fue la encargada de leer, en un emotivo acto llevado a cabo en la Sala de Prensa, los argumentos por los cuales Luis Nardi era condecorado con un premio muy importante en la vida institucional de la muestra: el “Valor Criollo”.

“Se sentaba arriba del auto de lunes a viernes y viajaba a visitar clientes fierreros para hacer conocer a AgroActiva y conocerlos. Aprender. La simpleza, la escucha atenta, su enorme conocimiento, la inteligencia y el carisma fueron sus mejores aliados”, destacó Rosana en un nostálgico ambiente.

“En el campo no hay lugar para la soberbia”

Luis tuvo bien en claro esta frase desde sus principios. El líder de este gran emprendimiento siempre estuvo convencido que AgroActiva sería una de las muestras más importantes del mundo.

“Hubo mucho esfuerzo en estos 29 años de historia. Tengo que reconocer que el sacrificio fue mucho. Hubo dificultades, alegrías, éxitos y fracasos, pero nuestra relación familiar nunca se quebrantó”, expresó Luis, claramente emocionado.

En el acto, los presentes pudieron observar un video institucional, donde el Presidente honorario de AgroActiva contó en detalles parte de su trayectoria como emprendedor, las vicisitudes, los fracasos y los éxitos.    

“Nos enseñó con su ejemplo que entre la gente de campo no hay lugar para la soberbia. Aún hoy nos cruzamos con personas que recuerdan y nos recuerdan que él se paraba abajo del pórtico para tenderles la mano a cada uno de los que entraban, les daba la bienvenida con su sonrisa encantadora y genuina y les preguntaba de dónde venían”, expuso Rosana, con el recuerdo intacto de los comienzos.

Del encuentro, participaron además de sus hijos, Rosana y Luis, y su esposa Nidia, muchos amigos de la vida que Nardi pudo cosechar a lo largo de su historia. “Estoy infinitamente agradecido y muy emocionado”, fueron sus palabras tras recibir el premio

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