El aporte del INTA en el 3º Congreso Mundial de Alfalfa
Desde el INTA destacan la importancia de combinar niveles adecuados de intensidad de pastoreo con tiempos de descanso apropiados para aumentar la producción y persistencia de la pastura. Las ventajas del pastoreo rotativo por sobre el continuo.
La alfalfa es el principal forraje pastoreado de la Argentina. Esta pastura cumple un rol central en la alimentación de los rodeos durante la primavera, verano y el otoño. Desde el INTA destacan la importancia de combinar niveles adecuados de intensidad de pastoreo con tiempos de descanso apropiados para aumentar la producción y persistencia de la pastura. «La mejor manera de utilizar la alfalfa es bajo pastoreo rotativo en el que el objetivo principal debe ser combinar niveles adecuados de intensidad de pastoreo con tiempos de descanso apropiados», aseguró Daniel Basigalup, especialista en el cultivo de alfalfa del INTA Manfredi, Córdoba.
«Desde INTA proponemos el pastoreo rotativo, en lugar del continuo, muy difundido en varios países del mundo», aseguró, al tiempo que reconoció que se trata de un «sistema en boga en nuestro país tanto en producciones de carne como de leche».
De acuerdo con el investigador, «en la Argentina, la recomendación tradicional utilizada para el manejo de la alfalfa, durante la primavera-verano es pastorear bajo un manejo rotativo e ingresar con los animales a las parcelas cada vez que se logra el 10 % de floración».
Según explicó, el manejo correcto del pastoreo de alfalfa debe basarse en el patrón de crecimiento de la planta en el que surgen nuevos tallos en serie que provienen tanto de las yemas axilares como de la corona, manteniendo un equilibrio entre y brotes latentes.
Desde el punto de vista del pastoreo, la alfalfa puede alcanzar altos valores de índice de área foliar sin perder la capacidad fotosintética en las hojas inferiores. Además, se destaca por la velocidad del rebrote después del pastoreo depende principalmente del contenido de carbohidratos y proteínas de reserva en la corona y la raíz más que en las hojas remanentes.
En este sentido, Basigalup ponderó el sistema de pastoreo rotativo y recomendó considerar algunos aspectos fundamentales para su implementación. «Se deben tener en cuenta la frecuencia de pastoreo, también definida como período de descanso del pasto, que dependerá de las condiciones ambientales vinculadas a la estación, temperatura y humedad, entre otros».
A su vez, comparó los sistemas confinados con el pastoreo directo y remarcó algunas ventajas. «Tiene costos operativos más bajos, un mejor uso de la calidad de la alfalfa en comparación con el heno o el ensilaje, y productos animales más saludables para el consumo humano», aunque también consideró las desventajas vinculadas con el riesgo de empaste, período de engorde más largo y menor producción de leche en vacas individuales.