El domingo por la tarde, con el acto inaugural de la 117ª Exposición Nacional, la 52ª Exposición Internacional de Ganadería, Agricultura, Industria y Comercio, 103º Concurso de Vacas Lecheras, 66º Concurso de Dibujo y Pintura, 33º Remate de Genética de Jerarquía, 23º Olimpíadas Agrotécnicas, 7ª Competencia de Vacas a Campo, la Exposición de Animales de Granja, comenzó el corolario de este año 2024 en el que la muestra fue sede de la Fiesta Nacional del Holando.
Un trabajo institucional muy importante, también comercial, la hicieron posible junto a la Asociación de Criadores de Holando Argentino; a la Universidad Nacional del Litoral, Facultad de Ciencias Veterinarias; Universidad Nacional de Rafaela; IDESA; INTA; INTI Lácteos; nuestras entidades madre CRA y CARSFe; el Gobierno de Santa Fe; la Municipalidad de Rafaela; la Cooperativa Guillermo Lehmann; Long Automotores; Sancor Seguros; Nuevo Banco de Santa Fe; Banco de la Nación Argentina; Italmédica; Biogénesis Bagó; SeguryRaf; Diario Castellanos; Revista Nuestro Agro; Mitre Santa Fe FM 99.3; y Rafaela Noticias.
Fue Leonardo Alassia, como presidente de la Sociedad Rural de Rafaela quien tuvo la palabra principal del acto. Compartimos su discurso completo.
El año pasado, desde este mismo lugar, hicimos un llamado urgente a un cambio que ya no podía postergarse. Un cambio rotundo, estructural, necesario para que nuestro sector pudiera seguir produciendo y generando empleo, porque vislumbrábamos un camino inviable.
La sociedad eligió dar ese giro de 180 grados que el país necesitaba después de muchas décadas. El cambio cultural que impulsa el Gobierno es una oportunidad histórica para que el Estado, por primera vez en años, se ponga al servicio del desarrollo genuino. Pero eso debe estar acompañado de acciones coherentes y de una reducción efectiva de las barreras que enfrentamos para producir.
Desde la Sociedad Rural de Rafaela, podemos decir que el empeño (y en lo personal les diría: una hazaña histórica) comienza a tener algunos frutos. Sabemos de primera mano que sin esfuerzo, no hay frutos.
Nuestro sector agroindustrial ha sido y sigue siendo el verdadero motor económico de este país. Representa más del 78% de las exportaciones nacionales y genera más de 4 millones de puestos de trabajo, 2 de cada 10 que hay genuinamente en el país, prácticamente el 25% del empleo privado.
Es hora de que las políticas públicas reflejen ese peso real en la economía, con un acompañamiento acorde. Necesitamos que el Estado nos permita desarrollar nuestras actividades conforme a las posibilidades y al potencial que podemos alcanzar.
¿Necesitamos que el Estado esté presente? Sí, en la justicia, en la seguridad, en la salud, en la educación, en la seguridad jurídica. Brindando el marco político necesario para fomentar el desarrollo, pero sin intervencionismo.
Entendemos el mesiánico esfuerzo que lleva adelante la Administración Nacional desde Buenos Aires, pero el interior productivo sigue esperando más y nuevas señales. Sepan entender que fueron 22 años de regulaciones, intervenciones, violaciones a la propiedad privada y todo tipo de atropellos. Un largo camino en el que lamentablemente fueron quedando cientos y cientos de productores.
Esa abstinencia de poder producir con libertad hace que nuestra histórica paciencia en ciertas oportunidades se torne algo inquietante y parezca que nuestro mensaje pase de crítico a opositor. De ninguna manera, señores gobernantes y funcionarios. Desde el gremialismo agropecuario estamos en el territorio, y el día a día con los productores nos permite marcar diferencias o argumentar con justa causa lo que padecimos durante décadas.
En estos nueve meses, el Gobierno Nacional llevó adelante la eliminación y reducción de retenciones a algunos sectores. Sin dudas, repercutió mucho en nuestra región la eliminación definitiva de Derechos de Exportación a los productos lácteos, la eliminación para los cortes y categorías A, B, C, D y E de vaca, y la reducción de retenciones a la proteína animal.
El Gobierno Nacional también llevó adelante desregulaciones burocráticas, tanto impositivas como contables. A su vez, impulsó una política de apertura del crédito que hoy por hoy es muy tenida en cuenta por el productor, haciendo historia para los tamberos.
En el ámbito regional, el gobierno provincial acompañó con políticas relacionadas al sector agropecuario, sobre todo en lo que se refiere a lechería, desde el Ministerio de Desarrollo Productivo. También llevó adelante un acompañamiento de subsidios en tasas, a través de algunas de las medidas que superaron la promesa de campaña y se materializaron durante este tiempo.
Les pedimos a los gobernantes, que el pulso no se detenga. Vemos señales positivas tras años de inacción, pero sabemos que el camino que queda por delante es arduo y exige mucho más. No podemos conformarnos sólo con anuncios. Las medidas deben concretarse en resultados tangibles para el sector. El panorama se presenta alentador, y desde el campo lo agradecemos, pero aún queda una larga lista de problemáticas a las que debemos prestar debida atención.
En lo que refiere concretamente a medidas para nuestra provincia, pedimos una exhaustiva revisión de los proyectos de ley en materia impositiva.
Decimos basta a la creación y aumentos de tasas e impuestos. Basta de cargas distorsivas. Necesitamos encontrarnos en el diálogo propositivo, entre todos los actores que conocemos la auténtica realidad del sector, para lograr medidas que realmente ayuden a la gestión, sin afectar a la producción.
Párrafo aparte debe tener nuestra lechería. Nos encontramos en la cuenca lechera más importante de Argentina, y se trata de una actividad que requiere de un esfuerzo insoslayable los 365 días del año. Mucho se habla de que estamos manejando precios históricos en el cobro de la materia prima. Pero cuidado, que el árbol no tape el bosque: que los precios sean históricos no quiere decir que la política en materia lechera sea la adecuada para este sector tan complejo y heterogéneo. Solicitamos de manera urgente la implementación transparente y formal del SIGLEA, asegurando las modificaciones y ajustes que fueron sugeridas por la reciente comisión de seguimiento para lograr la comercialización de leche cruda sujeto a derecho.
Otra necesidad que nos urge resolver es la estructura vial. Al día de la fecha, los llamados “Caminos de la Producción”, -anteriormente conocidos como “Caminos de la Ruralidad”- encuentran sus obras prácticamente paralizadas y necesitamos que se retomen y comiencen a concretarse a la mayor brevedad posible.
Tampoco el tema de la seguridad en nuestras zonas rurales puede esperar.
Se trata de una de las problemáticas más urgentes.
En los últimos años, hemos visto casos desgarradores: productores que han perdido herramientas vitales para su trabajo, maquinarias destruidas por el vandalismo, animales robados o faenados en plena madrugada. Estos hechos, no son números. Son vidas afectadas y familias golpeadas. Al amparo de la desprotección de los campos, los malhechores se mueven con una asombrosa tranquilidad e impunidad. Los productores, hartos de las burocracias e ineficiencias del sistema, muchas veces optan por no denunciar los delitos de los que son víctimas.
Sabemos que las mesas de seguridad están trabajando, pero en este plano las políticas han sido hasta ahora lentas e insuficientes. Esta situación requiere soluciones inmediatas y contundentes, porque está en riesgo la vida de las familias rurales.
No queremos dejar de lado una problemática en la que seguimos reconociéndonos actores centrales, que es el cuidado del medio ambiente. Durante años, sufrimos el prejuicio y la estigmatización. Nos han acusado de envenenadores. Sin embargo, el productor agropecuario puede dar lección de buenas prácticas cada día, tanto en lo que refiere a ganadería -con el trabajo riguroso y. consciente para asegurar el bienestar animal- como en la agricultura. En este último punto, concretamente en Rafaela contamos con un ejemplo clave: el Sistema Referencial TOMASA, que vino a reforzar el anterior procedimiento. Ambos sistemas, de articulación pública y privada, han permitido y permiten a los productores peri-urbanos llevar adelante sus tareas de aplicación de fitosanitarios conforme la ley y la ciencia. Un sistema que puede ser aplicable a lo largo y lo ancho de la República Argentina. Tenemos que trabajar para su difusión.
Quiero dirigirme especialmente a los legisladores nacionales.
Nos duele profundamente ver cómo en estos meses, mientras los argentinos esperan soluciones, algunos legisladores siguen aferrados a prácticas políticas que solo entorpecen el avance del país. No se puede aceptar que para aumentarse los sueldos el quórum sea inmediato, pero para aprobar leyes que mejoren la vida de los ciudadanos se estiren los tiempos parlamentarios como nunca antes se vio en la historia democrática argentina. Esto va más allá de las leyes específicas para el campo, tienen que trabajar en una mejora de la vida cotidiana de todos, para poder trabajar, crecer y reinvertir en el país.
El campo, con su ritmo natural, nos enseña a confiar y tener esperanza. Por eso nos ilusionamos con las nuevas generaciones y los nuevos actores políticos.
De las nuevas gestiones en la ciudad, provincia y nación, esperamos renovación en la ejecución de políticas y una toma de decisiones con coraje y valentía.
Permítannos producir con libertad y estabilidad, aseguren el desarrollo sostenido de nuestras comunidades. Esperamos que estén a la altura del desafío y no caigan en el agujero negro de la política tradicional argentina.
Este no es un país pobre, es un país empobrecido por personajes políticos que durante décadas han desangrado a su propia patria. Por si no quedó claro a Argentina no le faltan recursos le sobran ladrones.
Hoy, gobernantes y legisladores, les pedimos que escuchen, no sólo nuestras palabras, sino el eco de cientos de productores que están aquí y en cada rincón de nuestra región. Es tiempo de actuar, de legislar y de ejecutar políticas concretas para asegurar que el futuro de Argentina crezca desde la raíz.
La naturaleza nos enseña, todos los días, que con trabajo y dedicación, las semillas dan frutos. Así debemos trabajar: juntos, con paciencia, pero con firmeza, para construir un país más justo, más próspero y con oportunidades para todos. Aprendamos del campo. Aprendamos de la tierra, que es sabia. Sigamos cultivando con esfuerzo, constancia y, sobre todo, esperanza. Porque en ese fruto confluye el trabajo de todos nosotros y el de todos ustedes. Es en el trabajo compartido donde está el futuro de nuestros hijos.
El presidente de Confederaciones Rurales Argentinas habló en segundo lugar, destacando dos de los temas más relevantes para la entidad madre de la SRR.
Carlos Castagnani sobre el sector lechero manifestó, “valoramos la eliminación de los Derechos de Exportación. Ahora tenemos que ir hacia un sistema transparente de comercialización, algo que venimos proponiendo desde CRA hace mucho tiempo. El tambero no puede seguir siendo la variable de ajuste de las industrias, ya que es la única actividad que entrega su producción sin saber cuánto le van a pagar ni cuándo va a cobrar”.
En el mismo sentido, sobre las retenciones en general sostuvo que “entendemos la situación actual del país y la herencia recibida, pero necesitamos, ante esta baja de precios internacionales, el alza de los costos productivos y la presión tributaria, consensuar junto a las autoridades un cronograma gradual de baja de retenciones hasta llegar a su eliminación total. Además, desde nuestra entidad, no solo llevamos adelante las inquietudes de los productores en este tema puntual, sino que también estamos trabajando para poder lograr una propuesta a tal fin”.
En representación de la provincia de Santa Fe, el ministro de Desarrollo Productivo, Gustavo Puccini destacó los pilares que surgen de esta gestión, donde la educación es la base transversal a todos los temas. “Le estamos dando a nuestro Ministerio territorio y escucha, que podamos dialogar y que podamos resolver cualquier diferencia, porque estamos queriendo acompañar al sector productivo y así fue que nos juntamos con todas las entidades financieras, con el Banco Provincia de Santa Fe, con el BICE, con las agencias de desarrollo, el Consejo Federal de Inversiones, el Banco Municipal de Rosario y fuimos a pedirle que todas las líneas de crédito puedan estar orientadas sector privado”
Son 44.000 millones de pesos volcados al sector privado de Santa Fe, con financiacón de tasa, habiéndose destinado a la ganadería de carne y leche el 50 por ciento de ese monto.
“Estamos llevando adelante una inversión en innovación del sector productivo, con un presupuesto de 1.200 millones de pesos, para que en los 19 departamentos tengan a la ciencia al lado de la industria, para que aquellos programas de asistencia en donde las empresas y los establecimientos agropecuarios puedan mejorar sus procesos productivos con toda la tecnología que hoy está demandando la competitividad”, agregó.
Con el desfile de los grandes campeones, de ejemplares que participaron en la muestra, la actuación de la Banda Municipal de Música, así como de la Banda de Liceo Militar Manuel Belgrano y un cierre con saltos hípicos del Jockey Club de Rafaela, en la pista, se concluyó la formalidad de una exposición que volvió a lucir la fuerza productiva, el empeño de los productores, la pasión por el campo, la cercanía con la ciudad, y la condición de fundamental del sector agropecuario para mover la maquinaria del país, desde el corazón de la cuenca lechera.