Una de las vías más importantes de la Argentina, la Ruta Nacional N° 11, se encuentra sumida en un profundo estado de abandono, lo cual origina enormes pérdidas económicas y, peor aún, la muerte y el daño físico y emocional crónico afectan a muchas personas y familias.
La Ruta Nacional N° 11 tiene una extensión total de casi 1000 kilómetros desde la ciudad de Rosario hasta la frontera con Paraguay. Por ella transitan miles de vehículos particulares, de transporte de personas y de cargas. Es una vía de comunicación casi excluyente para las provincias del noreste argentino y también del país guaraní.
La historia y la situación actual
Pavimentada desde Santa Fe hasta San Justo en 1933, y extendida hasta Florencia en 1961, su traza y su estado ya no son adecuados para las necesidades actuales. Con casi ninguna modificación relevante en su historia, y muy escasas obras de mantenimiento, el estado de abandono que presenta se traduce en un deterioro brutal, convirtiéndola en intransitable y muy peligrosa para quienes se aventuran a viajar por ella.
Peor aún, el cierre de los ramales ferroviarios ocurrido en la última década del siglo pasado, hizo que el transporte de productos agrícolas hacia los puertos se realice por esta misma ruta, con un volumen creciente debido al aumento de la productividad del campo.
Concesionada por el gobierno nacional para su mantenimiento hasta el año 2018, desde entonces no recibe ninguna atención ni inversión que atenúe la constante degradación que padece. Como consecuencia, profundos y extendidos baches se multiplican, y con ellos, aumentan los accidentes, muchas veces con consecuencias fatales.
El tramo que va desde la ciudad de Santa Fe hasta Florencia, en el límite con la provincia de Chaco es uno de los más afectados. A lo largo de casi 450 km, las roturas en la calzada son una verdadera trampa para los conductores, que muchas veces, en el intento de evitar los pozos, salen despedidos de la ruta o colisionan de frente con otros vehículos. En otras ocasiones, golpean inevitablemente en los baches y pierden el control.
No basta con la prudencia, la conducción atenta y la reducción de velocidad. Un trazado angosto y la proliferación de las “imperfecciones” en la ruta impiden cualquier prevención por parte de los más avezados automovilistas o choferes profesionales.
Un camino doloroso
Una estadística del año 2023 revela datos impactantes para el tramo San Justo – Florencia: 38 personas fallecidas en accidentes, entre automovilistas, motociclistas y peatones. Y no se pueden dimensionar las personas heridas que arrastrarán secuelas a lo largo de sus vidas, o las familias que quedaron arrasadas por el dolor.
En lo que va desde 2024 hasta la fecha, la tendencia se mantiene: ya se contabilizan 9 muertes.
En lo económico, además de los daños a los vehículos, es necesario destacar que la producción que se traslada a puertos y centros de consumo es mucha, variada y valiosa.
La producción se traslada por la Ruta 11
En el área se producen trigo (392.600 has), girasol (99.400 has), maíz (252.173 has), soja (1.060.700 has.) y sorgo (163.800 has).
Además, se movilizan anualmente 1.350.000 animales bovinos a través de 27.000 camiones; 416.000 cerdos en 2.310 camiones y 26.500.000 pollos en 8.857 camiones. Los accidentes, los incidentes y las demoras derivan en pérdidas productivas y de eficiencia que son asumidas por los productores de la región.
Los habitantes del norte santafesino necesitamos ser considerados por el gobierno nacional. Nuestras vidas y nuestros proyectos se ven condicionados por la infraestructura general y por el estado de esta ruta en particular. A través de ella accedemos a bienes y servicios y canalizamos la producción que aquí se obtiene.
No se trata de culpar ni de asignar responsabilidades, se trata de generar las condiciones para una vida digna y de aportar nuestra cuota de valor para el desarrollo del país. Ese es nuestro derecho y nuestra responsabilidad.
El estado de la Ruta Nacional N° 11 es deplorable, y no tenemos la potestad de modificar esa situación. Esa es una atribución del gobierno nacional, que debe generar las condiciones indispensables que como ciudadanos merecemos y solicitamos. No queremos ser relegados únicamente a la condición de contribuyentes.
Pedimos a los gobernantes que se aboquen de inmediato a torcer esta historia que nos sume en el aislamiento y la indefensión y nos permitan la plena integración.
Este documento es generado por instituciones y empresas de la región afectada y que señalamos más abajo. Todas ellas son representativas de las comunidades que se ven afectadas por el abandono y sus consecuencias. Ellas son: Sociedad Rural de San Justo, Ruta 11 en Emergencia, Cooperativa de San Justo, Centro Comercial de San Justo, Consorcio Caminero San Justo, Rigran S.A., Agronorte S.R.L., Hijos de Luis Zuqueli S.R.L., Neumáticos Debona.