La primera estimación nacional de trigo elaborada por la Bolsa de Comercio de Rosario, a través de la Guía Estratégica para el Agro (GREA) arroja un volumen de 17 millones de toneladas, casi un 6% menos de lo que se proyectaba un mes atrás. Los expertos advirtieron por el “escenario muy complejo” y, para peor, reconocieron que “aún puede empeorar”.
En ese sentido, y ante la falta de precipitaciones en las distintas regiones productivas, indicaron: “en algunas zonas como el norte argentino van ocho meses sin lluvias importantes y en el oeste y centro de la región pampeana van seis meses; es urgente la necesidad de precipitaciones importantes a gran escala para detener la caída de rindes”. Al respecto, los especialistas señalaron que “se estiman casi 4 quintales menos de los 32,5 qq/ha que se proyectaban al inicio de la campaña, cuando el escenario productivo tenía por horizonte superar los 22 millones de toneladas, con una superficie de siembra de 7 millones de hectáreas que quedó muy lejos de concretarse”
Una larga sequía y fuertes heladas
El clima ha privilegiado en este año solo a la provincia de Buenos Aires. Comenzó con excelentes condiciones y las lluvias mes a mes han afianzado un escenario de alta productividad en gran parte de su territorio.
“Si no hay mayores inconvenientes, obtendría un rinde de 36 qq/ha; en el resto del país, los distintos grados de afección por bajas temperaturas y falta de agua se profundizan con un 30 a 50% de perdida de rinde”, admitieron los expertos de la GEA. Y remarcaron: “el área santafesina recibirá un durísimo golpe productivo porque apenas se alzaría con una marca provincial 25,9 qq/ha, 10 quintales menos que el año pasado.