Conocida la resolución conjunta de los Ministerios de Producción y de Desarrollo, que prorroga hasta el 31 de octubre las restricciones al comercio exterior de carne bovina, llama la atención los considerandos que justificaron la decisión oficial.
Según consta en el texto de la RC 7/2021, “en materia de precios, el impacto de las medidas que limitaron la venta al exterior de manera temporal ha comenzado a mostrar resultados positivos”, ya que “Tras DOS (2) meses de vigencia, los precios se estabilizaron e incluso mostraron cierta retracción en distintos eslabones de la cadena”. Y agrega: “puede observarse que las medidas tomadas han cumplido el objetivo de reducir la dinámica de precios”.
Lo más curioso de esta insólita evaluación, es que se reconoce que esta medida es altamente perjudicial para la cadena de valor: “si bien la solución estructural a la tensión entre mercado externo y mercado interno se vincula con medidas que permitan aumentar la producción, en el corto plazo la herramienta de limitar las ventas al exterior es indispensable para garantizar el acceso de las y los argentinos a la carne vacuna”.
NO CAYÓ PARA NADA BIEN
Conocida la resolución, contraria a las expectativas de muchos dirigentes agropecuarios que mantenían reuniones con funcionarios en la víspera, el rechazo y el descontento en la cadena productiva fue unánime hoy por la mañana. En las próximas horas se conocerán los anuncios de la Mesa de Enlace respecto eventuales formas de protesta, aunque no se descarta que surjan antes, focos de movilización por parte de los autoconvocados.