Los 120 días de aislamiento que profundizaron la crisis económica especialmente en los grandes centros de consumo dejan su efecto en la demanda interna de carnes. Así lo resumió el presidente de FIFRA, Dr. Carlos Urcía, mediante una editorial contundente que pone de manifiesto la crisis que afronta la cadena y, en particular, el sector industrial.
“Al inicio de la cuarentena dijimos que la preocupación de la población por el faltante de productos aumentó la demanda y llevó a la suba de precios que luego bajaron en parte por la notable oferta y en parte el menor poder de compra de los ciudadanos lo que se refleja en la caída de valores en la góndola”, indicó. Y agregó que la baja promedio entre junio y mayo fue de 0,6%, “aunque es mayor si se tiene en cuenta la inflación”
Si al inicio del período de aislamiento el mayor tiempo en los hogares permitió que hubiera mayor consumo de carne bovina, luego de 120 días se siente el efecto del párate en muchos sectores de la economía y eso se traslada a las carnicerías con menores ventas.
Al respecto, analizó: “nos preocupa muchísimo la situación económica, pese a ser un sector que no ha parado por haber sido considerado esencial, se sienten también los efectos de la crisis y si bien se pudieron pagar los aguinaldos en casi todas las fábricas en tiempo y forma, a diferencia de otros sectores afectados, a futuro se estima comenzarán a verse problemas de atraso en los pagos derivados de caída de actividad o por ruptura de la cadena de pagos”
Por último, comentó que el Poder Ejecutivo autorizó a mediados de junio la exportación de cueros crudos por un lapso de 60 días. En ese sentido, reconoció que “todo el sector de ganados y carnes ha entendido que esta decisión satisface únicamente los intereses del sector protegido (curtiembres) durante los últimos 40 años y si el espíritu es dar respuesta al resto de la cadena el quite de retenciones debe extenderse al menos por un año para que pueda ser aprovechado por los frigoríficos también, aunque en realidad debieran ser eliminadas en forma definitiva ya que no hay razones que justifiquen la protección”.