Maquinaria agrícola: tres décadas de evolución y crecimiento

Después de 30 años, definitivamente el mundo ha cambiado. Absolutamente nada es lo que era. Hubo varios hechos significativos que revolucionaron al Planeta. El caso más emblemático es internet y, con ello, la trascendental incidencia de la tecnología en cualquier ámbito.
Argentina, de la mano del agro, se subió definitivamente a ese tren. El sector se caracteriza por adaptarse con celeridad a los nuevos vientos, con el objetivo de seguir proveyendo alimentos a un mundo que demanda cada vez más. Y para ello, la maquinaria agrícola tuvo (y tiene) un protagonismo clave.
Carlos Castellani, dueño de la reconocida fábrica de sembradoras «Apache», fue testigo directo de esa evolución. Y, en diálogo con Nuestro Agro, sigue expresando su sorpresa: «hace 30 años era inimaginable pensar lo que vemos hoy». Inmediatamente, destaca el «hito» argentino: la Siembra Directa (SD).
«Es única y hemos sido pioneros desde Argentina; fue una transformación muy importante: afianzar la conservación del suelo, fertilidad y humedad. Ahora la sembradora pasó a ser una máquina muy importante, antes se daba vuelta la tierra y ahora no. Los equipos abren la tierra, no importa si hay malezas o rastrojo de la siembra anterior, se coloca bien la semilla, cierra la tierra y pone el fertilizante tambien. Hay efectividad y certeza», resalta.
Y agrega: «Argentina el 90% de lo que siembra es a SD. Los países que más nos siguen de cerca están en el 50 o 60%. Por eso el mercado exportador pone la lupa en los equipos argentinos y en nuestro país».

La figura del profesional
Por supuesto que tantos cambios importantes implican una «apertura mental» por parte de todos. Y aquí el productor también tuvo un rol fundamental. «Antes, el gringo o productor no quería cambiar lo que hacía, era más reacio, pero las técnicas fueron cambiando a través del conocimiento y los ingenieros agrónomos han sido claves para eso», asegura.
Precisamente, el profesional también es parte importante en el rubro de la maquinaria agrícola. Sí, aunque suene descabellado, las empresas ya no buscan personas con perfiles netamente comerciales. Desde hace unos años, está perfectamente comprobado que la capacitación y el conocimiento hacen la diferencia. De allí surge la necesidad de incorporar expertos relacionados con el ámbito agronómico.
«Son muy importantes. Además del conocimiento, debe contarse con una personalidad que se adapta a las circunstancias. Nosotros en Apache tenemos un plantel de ingenieros, algo impensado hace 20 o 30 años. No hay ninguna duda que mejora todos los órdenes de la maquinaria agrícola. Las máquinas son tecnificadas y se necesita capacitacion».
Al mismo tiempo, pondera a la mano de obra calificada, algo vital para un sector que dinamiza las comunidades del interior productivo. Por eso, también remarca el accionar de firmas que fortalecen sus relaciones con instituciones educativas para tal fin e, incluso, toman la iniciativa de formar directamente a personas pensando en empleos de calidad. «Nosotros queremos involucrarnos y, de hecho, hace un tiempo inauguramos una escuela de soldadura dentro de nuestra empresa», comenta.

No todo fue «color de rosas»
Rememorando las últimas tres décadas, no todo fue «color de rosas» en el sector. El propio Castellani recuerda años muy duros, críticos, que siempre están ligados a la mala pasada que juega el clima y/o la política.
«Una mala época fue la de este año con la sequía fundamentalmente del año pasado. Hay menos producción, menos dinero y el productor retrae inversiones», señala. Y también recuerda: «en 2008, fuimos a Expoagro y vendimos todo porque la soja valía 600 dolares y después cuando aparecieron las retenciones y empezó a discutirse la Resolución 125, se anularon todas las operaciones. Ese fue un mal momento para el sector y las fábricas».
Debe señalarse que en muchos lugares de Santa Fe y Córdoba «se respira maquinaria agrícola». Y es real que las crisis se llevaron puestas varias empresas nacionales. Sin ir más lejos, en el caso de cosechadoras hay una sola (Vassalli). Al respecto, Castellani recuerda: «En San Vicente [Sta Fe] había tres fábricas y hoy no están más».

El mensaje para el campo
«El campo levanta la vara, yo siendo fabricante de maquinaria me siento cómodo con un sector que empuja siempre para progresar, que mueve toda la economía (comercio, construcción y todos los sectores de las comunidades en el interior productivo). Hay que estar preparado para los desafíos siempre, porque el campo no para y debemos estar a la altura», concluyó Castellani.

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