Este fenómeno ya está generando efectos sobre la siembra de fin de año. Expertos aseguran que la producción agrícola argentina se ve afectada por el fenómeno climático en los últimos meses de 2021 y podría traer implicancias para el verano de 2022.
Organismos internacionales habían proyectado para Argentina probabilidades de débil intensidad de La Niña, un fenómeno que suele producirse por una interacción de aire cálido y húmedo del noroeste y de ingresos de frío desde el sur de Argentina. A través su efecto negativo en la oferta de agua para las campañas de cultivo, se esperaba que La Niña afecte el escenario de la siembra temprana de soja.
“Prácticamente llovió cada semana de noviembre, más de lo esperado. Hubo condiciones favorables para la campaña, a diferencia de lo ocurrido la última campaña, que estuvo marcada por la falta de precipitaciones”, destaca Leonardo De Benedictis, Meteorólogo.
El fenómeno de escasez de agua suele anunciar con preaviso a plagas de sequía. El Servicio Meteorológico Nacional había advertido un 78% de probabilidad de que se desarrolle una fase Niña en el trimestre octubre-noviembre-diciembre 2021, pero del cual todavía no hay certeza sobre su comienzo ni su fin. Sin embargo, las precipitaciones siguen apareciendo, e incluso en algunas zonas como el oeste de la provincia de Buenos Aires, han manifestado complicaciones por el exceso de lluvias en la cosecha de trigo y siembra de otros granos.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires estimó que la cosecha de granos crecería 7,2% hasta los 129,8 millones de toneladas en la campaña 2021/22. En enero, febrero y marzo la tendencia será con escasez de precipitaciones. La campaña se verá afectada por el fenómeno climático de La Niña, como lo estuvo el ciclo anterior, pero con menor intensidad que el ciclo pasado.
Esta situación, exige utilizar al máximo las tecnologías disponibles. “Desde BASF seguiremos estando cerca del productor con nuestras soluciones para la protección de cultivos, ofreciendo nuestras herramientas digitales para la agricultura. Ellas permitirán a los productores tener a mano las correctas prescripciones para definir las densidades y las correctas fechas de siembra en semillas en el contexto del fenómeno de La Niña de cara al verano 2022”, asegura Aimar Pena, Gerente de Cultivos de Soja de BASF.