Al inicio del ciclo del cultivo, lo estimado en la intención de siembra fue de 94.500 ha pero, ante la falta de humedad en el horizonte superficial el
proceso presentó dos períodos, siendo la variable preponderante y reguladora del mismo.
Lo implantado alcanzó las 88.800 ha, un 94 % de la superficie estimada al inicio de la campaña 2021/2022. Hubo fluctuaciones e impactos o incidencia del factor climático, a través de los años del cultivo de maíz temprano.
Los cultivares implantados continuaron su crecimiento y desarrollo, en ciertos sectores aprovecharon las precipitaciones, como así también la humedad y avanzaron con el proceso de fertilización nitrogenada, completando lo planificado post emergencia.
El estado sanitario de los mismos se encontró muy bien, sin plagas ni enfermedades.